La búsqueda de identidad, su crisis y su pérdida se constituyen en el tiempo y la identidad se convierte en una necesidad del ser humano.
La identidad individual distingue a nuestra individualidad de otras y se traduce en una “forma/as” de ver o de percibir. Pero para llegar a ver esa forma/as primero tenemos que despiezarlas.
Las formas tienen un significado interior que forman un rompecabezas que tiene que unir en la mente. Y cuando no se consigue la identidad se pierde.
Despiezar, desmontar, colocar, mover, articular, pegar, reutilizar, buscar, unir, no-unir, es una constante búsqueda interior de la identidad.
Entonces la identidad es como un centro de gravedad sobre si mismo o de uno mismo.
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